El Diablo está en los detalles
* 2 septiembre 2018, a las 17:30
* De 3 a 6 jugadores
* Duración: 3-4 horas
Tras la caída de Numancia, las legiones romanas comenzaron la conquista de las ciudades vacceas en busca de más esclavos y botín que satisfacieran sus ansias de conquista. Una de las ciudades que se preparó para un más que posible ataque fue Pintia.
Esta ciudad disponía de un poderoso artefacto consagrado a Lugh, en el cual, según las leyendas locales, se encontraba encerrado un poderoso demonio. Aldair, el líder de Pintia, comprobó con horror como las ciudades vacceas caían una tras otra ante el poder de la maquinaría de guerra romana. Desesperado, rompió el sello que protegía el artefacto, y liberó al demonio que se encontraba encerrado en su interior, con la esperanza de que este aniquilase a las tropas romanas, y salvase a su pueblo en agradecimiento por haber sido liberado.
Lamentablemente para Aldair, las cosas no se desarrollaron como él pensaba, y Dazzbaruth (que es como se hace llamar el demonio), no solo no ayudó a las gentes de Pintia, sino que provoco que las tropas romanas enloqueciesen al llegar a las afueras de la ciudad, tomando esta al asalto, y masacrando a todos los habitantes que encontraron en su interior. Dazzbaruth disfruto enormemente viendo como sus carceleros morían uno tras otro, y la esencia de sus almas alimento su poder.
Desde ese momento, Dazzbaruth gozó de una libertad parcial, ya que el artefacto aun le retenía en parte, y no podía alejarse de él más que unos pocos cientos de kilómetros. Durante siglos, esta vil criatura se divirtió jugando con los habitantes de lo que él consideraba sus dominios. Actuaba desde las sombras, causando la caída de los puros y justos, que se corrompían ante el poder que el demonio les ofrecía.
Contemplo el ascenso y caída del Imperio Romano, la llegada del Reino Visigodo, la conquista musulmana y la posterior reconquista cristiana, y durante ese tiempo, actuó sin que nadie interfiriese en sus planes, pero ansiando poder conseguir un medio para eliminar las cadenas que le anclaban a esas tierras.
Pero esto cambio el miércoles 5 de junio de 1527 en Valladolid, cuando al parecer, fue encerrado de nuevo gracias al esfuerzo y sacrificio de un aguerrido grupo de caballeros dirigidos por el Condestable de Castilla.
Así, el nombre de Dazzbaruth desapareció de la historia, al menos hasta ahora…
