Capítulo
1: los gritos desquiciados
En algún lugar del estado de Texas, en el año 1892, la vida de 4 personas cambiaría para siempre. Eso es lo que tiene el destino, que es tan cabrón que tiene la asombrosa capacidad de juntar a la gente más dispar del mundo en el mismo sitio y a la misma hora.
Eran las 10:00 a.m. en la Plaza mayor de Castle Hills, cuando una política intentaba alentar a las masas. Cualquiera que pasará por allí se daría cuenta del gentio que rodeaba a una joven de melena rubia y de ojos violetas que intentaba con todo su entusiasmo y energía que escuchasen sus ideas. Nosotros la conoceremos como Azzurra, una persona humilde, altruista, sensible que a día de hoy no sabemos si pasará a la historia por ser una sufragista, por ser una mujer demasiado avanzada para la época que acabará muerta, o simplemente su nombre se olvidará como el de muchas otras…
También una abogada cuyo apellido era Kitting,
pasaba por allí. Volvía de los juzgados tras una intensa jornada, y diréis una
mujer y abogada, si… Es de las pocas que hay en el Estado. Y allí estaba
cruzando la plaza camino a casa.
Mientras tanto, un explorador de nombre Elijah volvía de una de sus misiones, parecía que tría un buen botín, estaba satisfecho, cruzaba la plaza sonriente mientras daba un trago a su cantimplora.
Además, una doctora estaba también en esa plaza,
su nombre es Lexie Grey y arrastraba un pesado baúl por medio de la plaza.
Todos ellos se giraron en el momento en el que un hombre empezó a gritar en un lado de la plaza:
- Nos vas a matar todos, tienes que publicar la verdad!!!, el hombre estaba totalmente enajenado parecía un loco. Gritaba a un pobre pintor que estaba retratando un edificio de una bocacalle a la plaza.
La doctora que estaba al lado de ellos escuchó al pintor que no paraba de decir al hombre que se callara y que no le conocía de nada, tras eso salió corriendo.
La doctora y la abogada se acercaron a aquel hombre.
La política dijo a las masas que detuvieran a ese
hombre y en ese momento salieron tras él, pero sin alcanzarle. Los 4 se
acercaron a el pintor. Esperando obtener una respuesta que les dijeran toda la
verdad.
El pintor que según les conto se llamaba Barn,
seguía enajenado, actuaba como si estuviera completamente loco.
-
Perdone señor, ¿se
encuentra bien, necesita algo? -dijo la doctora Grey
-
Si tiene problemas
legales puedo ayudarle- dijo Kitting
Barn se dirigió a la doctora y le dijo:
- Tu también lo sabes y si no haces algo serás la siguiente
-
Tu
serás la siguiente, lee la noticia- dijo Barn muy serio
-
Todos
leyeron la noticia, en dos días aquel inmenso edificio que tenían enfrente, que
tenía un asombroso parecido con un castillo se inauguraría y acogería a un
montón de gente de la Feria que iba a haber en el pueblo
-
-Muchos
entran pero nadie sale- dijo Barn casi en un susurro
-
-Seguro
que no necesita algo??- insistió la doctora
-
-Un
Whisky me vendría bien- contesto Barn
-
-Vayamos
a un bar- dijo la política Azurra
-
Justo
en ese momento algunos se fijaron en el cuadro que estaba pintando aquel hombre
antes de salir corriendo, no se parecía en nada al edificio que tenían enfrente
y eso les resulto raro
-
Los
5 se dirigieron a un bar cercano.
-
Entraron
y pidieron un whisky doble, hablaron con el camarero que les dijo que darle
Whisky a Barn no era muy buena idea.
-
En
ese momento descubrieron que Barn debía una cuenta considerable al bar. Legaron
con él al acuerdo de que si saldaban la deuda el les contaría más acerca de lo
que sabían
-
Al
fondo del bar se encontraba un hombre de aspecto pudiente con una preciosa
jovencita pelirroja, estaba jugando al póker y por lo que parecía se lo estaban
pasando muy bien.
-
A
Azurra se le ocurrió acercarse a jugar con aquel poderoso hombre conocido en
todo el pueblo como Holmes y proponerle echar una partidita, antes de acercarse
le pidió al Elijah que vigilase si Holmes hacía trampas porque creía haber
visto un mecanismo en la muñeca.
-
La
primera mano la perdió mientras que la segunda la ganó, consiguiendo así dinero
para pagar la cuenta de Barn con la desgracia que cuando fue a darle la buena
noticia, estaba borracho como una cuba y durmiendo la mona en un sofá. El
camarero le puso una manta encima, parecía que esto no es la primera vez que
pasaba.
-
A
Lexie no se la ocurrió una idea mejor que buscar pistas en la mesa, con tan
buena suerte que se le cayeron todos los tubos, armó un estruendo enorme, se
cayó y se dio en la cabeza, así que el camarero la echó del bar.
-
Lexie
salió del bar, no quería que echasen a todos del bar, Azurra salió con ella, al
cargar con el maletín tan pesado, era un lastre y le costaba moverse.
-
Todos
nos habíamos dado cuenta que nuestro amigo el borracho, tenía la mano cerrada
por algo, por ello era importante que alguien siguiera dentro.
-
Yo no se nada a que
se refiere, cuénteme- contesto la doctora
En ese momento Kitting dijo que
había una ronda gratis, fue el momento perfecto para que nuestro intrépido
explorador se acercara a Barn y le abriera la mano, pero por desgracia, en su
mano no había nada.
Mientras tanto Azurra vió salir
a esa chica, intento detenerla, pero ella echo a correr, y Azurra detrás de
ella, la chica se tropezó y Azurra la alcanzó.
Lexie Grey iba detrás con el
pesado maletín; quien la iba a decir a ella que iba a estar cargando con el
todo el tiempo.
Cuando llegó Azurra estaba
interrogando a Emily, y ella no paraba de tartamudear.
En ese momento también llegaron
nuestros compañeros que habían salido ya del bar, querían hablar con la chica
pero estaba muy nerviosa, así que todos acordaron ir a casa de Lexie y que les
contará su historia.
Lexie por fin dejo el maletín en
su habitación, nadie sabe que contenia, en su pequeña casa había lo típico de
las casas de médicos, muchos diplomas, fotos en distintos lugares, láminas de
anatomía y también aparatos extraños que no se sabe muy bien para que sirve.
Emily les contó su trágica
historia familiar y les dijo que ella y Barn llevaban tiempo vigilando a la
gente que entraba y salía del hotel. Lo curioso es que Holmes cada poco tiempo
entraba con una mujer distinta y cuando se iba, abandonaba la ciudad durante
unos días, pero se iba solo, nadie sabía que pasaba con esas mujeres. Emily les
dijo que al ser la inauguración en dos días tendrían la oportunidad perfecta
para ir al hotel e investigar.
El grupo decidió volver al día
siguiente al bar a hablar con Barn, a ver si conseguían sonsacarles más
información. También decidieron hacer una visita rápida al hotel aprovechando la
oscuridad de la noche.
El grupo salió de casa de Lexie
camino de nuevo a la plaza, observaron el edificio y descubrieron que uno de
los laterales había unos arbustos, movieron los arbustos y de repente un
enjambre de avispas salieron y nos guiaron hacia un panel de madera a pie de
calle justo detrás de los arbustos. Era un panel entero y no muy robusto,
seguro que podían tirarlo con un par de golpes, y efectivamente el panel cayó
dentro de la habitación solo con golpearlo, provocando un gran estruendo.
Aunque todo estaba muy oscuro
escucharon un gruñido seguidos de muchos ladridos, y ahí vieron un par de
perros de caza muy fieros, algunos de ellos lograron ver que el perro tenía el
hocico lleno de sangre y con un mechón de pelo rojizo. El grupo se quedó fuera,
no querían adentrarse en el sótano arriesgándose a ser devorados por los perros
además se oían voces.
- Encarnaaaaaa!!! Ve a ver a los perros que no paran de ladrar, les has dado de comer???
- Mari Carmen, les he visto hace un rato, que estaban
comiendo
- Encarna, que coman todo ehhhh,
que nos buscan un lio
En ese momento entran las dos en
el sótano, y se acercan a los perros
- Mari Carmen pues les queda
aún, vamos a llevarlos a otra sala que no paran de ladrar y van a despertar a
todos.
Salen las dos con los perros.
Cuando las ven salir el grupo se
meten en la sala y la inspeccionan. Aunque está muy oscuro ven que hay una mesa
grande con un mantel, y que hay varias plantas por toda la sala. También
descubren un charco de sangre en todo el medio.
Lexie decide coger muestras para
analizar de la sangre del suelo, pero resbala con el charco de sangre y se la
caen los tubos, formando un gran estruendo y de repente escuchan ladridos de
perros de nuevo y todos corren a esconderse debajo de la mesa.
Entran Encarna y Mari Carmen
-Encarna hay que ver, otra vez
hay gente por fuera no hay más que ruidos- se acercan a la mesa pero de repente,
alguien empieza a tirar piedras.
- Vámonos Mari Carmen, hay que
tapar el agujero, otra vez hay niños jugando, hay que tapar ese agujero vamos a
por las herramientas, malditos mocosos.
Se van las dos, todos salen de
debajo de la mesa, Lexie sale fuera y ve que la que estaba lanzando las piedras
era Emily
-Emily que haces aquí??-
preguntó Lexie
- Os he visto entrar, estaba
sentada en el banco de la plaza y he visto que teniais problemas.
Lexie estaba cubierta de sangre
y hablo con sus amigos y decidieron que ella sería la distracción para que los
perros no volvieran.
Tenía sangre en las piernas y
decidió hacerse un corte con su bisturí para simular que se había caído, con
una destreza fantástica se realizó un corte en la pierna con una precisión increíble.
Nadie dudaría que la sangre no era suya.
Lexie llamó a la puerta
delantera, le abre Mari Carmen.
- Disculpe, han venido a mi casa a avisarme y he venido
lo antes que he podido, ¿Dónde está el herido? - preguntó
- Que herido, aquí nadie ha pedido un médico- dijo
mientras se quedó mirando las piernas de la mujer
- Ah, es que me he
caído por la calle, si me permite pasar al baño a curarme.
- Claro hija pasa… permitiéndome entrar
En ese momento Lexie vio a una segunda mujer, parecían tener la misma edad ambas eran bajitas, pero había algo en ellas que a Lexie le hacía sospechar que no
debía pasar demasiado tiempo en el hotel con ellas. Se fue al
baño se curó y se vendó. En cuanto salió puso una excusa para salir de ahí.
- Pero hija no te
quedas a tomar un té con nosotras… dijo Encarna
- No muchas gracias, mañana madrugo y tengo pacientes y
no puedo- contesto Lexie
- Pero de verdad no te quedas, está muy feo dejar plantadas a un par de ancianas como nosotras
Las ancianas estaban muy pesadas
y también sabía que debía dar tiempo a sus compañeros a investigar el sótano
así que aceptó a regañadientes quedarse.
Le ofrecieron un té pero ella lo
rechazó porque sospechaba que la podían envenenar, tuvo que aceptarlo ya que
estaban muy pesadas, olió el té y descubrió que contenía un somnífero, sin que
las anciana se dieran cuenta le echó una hoja en el té que contrarrestaba el
efecto del somnífero, las ancianas estaban sorprendidas porque Lexie no se
quedaba dormida, buscó una excusa y se fue de la casa. Al irse había un hombre
muy enfadado en la sala que no paraba de decirles “Que les iba a buscar un lío
invitar a personas”
Mientras todo eso ocurría Mari
Carmen y Encarna volvieron a cerrar la ventana, pero sujetándola con clavos y
sujeciones. Pero debían volver a entrar a inspeccionar la sala y Elijah golpeó
el panel haciéndolo caer y causando un gran estruendo. Debían actuar rápido volvían
a oír a los perros, pero esta vez escucharon una voz de hombre con ellas,
corrieron a esconderse debajo de la mesa, entro el hombre dejo el hacha y se
fue sin verles al oír ruidos en el salón.
Al irse Azurra se dio cuenta de
que allí había plantas que adormecían, unos somníferos naturales, arrancó
algunas y las pasó por la parte baja de la puerta por si los perros lo
olisqueaban la puerta. También pasó la rama por el mango del hacha por si por
suerte el hombre se quedaba dormido. Se oía una discusión desde el salón, el
hombre volvía no había tiempo… Kitin no pudo esconderse, pero Emily le tiró una
manta que la tapó justo en el momento que el hombre abría la puerta. Azurra y
Elijah se escondieron detrás de la puerta, la puerta seguramente daría un buen golpe
a Elijah y Azurra decidió tapar la boca a Elijah con tan mala suerte que le dio
en un ojo.
La puerta les golpeó
a ambos, el hombre cogió el hacha y se volvió a ir, no pareció afectarle el
somnífero.
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